lunes, 27 de septiembre de 2010

Green Tea After Lunch

Para cuando vuelvo del baño, Elena ya le ha echado canela al batido de vainilla. Ver a Elena tomarse un batido de vainilla con canela me devuelve a la realidad. Que veintidós años sí son años y fumar ni siquiera tiene ya ningún aquel. La lima en el vodka sin marca, para qué. Por no mencionar las noches recopilando céntimos hasta del suelo para entrar al puto Concept. Leti espera una beca para irse a Italia. Me dice, “Capulla, tú te vas a Iowa, sí o sí”. Me obliga a irme. Me pregunta su padre si sigo por Salamanca y le respondo que sí. Valladolid, papa, apunta ella. Da igual. Marta mece a Gracia, ésta sonríe. Me habla de cosas que se me escapan. La última oferta en el Eroski de pañales. La ropa en Zara niños no es tan barata como parece. Leti mete la última maleta al coche. Cada vez que te vas es como si te fueras de casa, le dice su madre. Los antiguos amigos que nos encontramos por la calle son tan desconocidos que me da apuro hasta levantar la mirada para saludar.

Elena y yo, en otros tiempos, con un montón de gente de la que no me acuerdo ni de la mitad, semitiradas por el suelo.

Las fiestas ya no me gustan. Veo pasar a las peñas y me lleno de tristeza. Suena con eco el Paquito Chocolatero desde lejos. Barón Rojo en la plaza del Ayuntamiento. La Laurel a tope, como siempre. Alguien se pregunta por qué la gente sólo toma esa actitud en fiestas y no la extiende hacia el resto del año. No me parece nada tan diferente, en realidad. Hace seis años también estábamos en las escaleras del portal de Leti. Entraban, saludaban, salían y se despedían exactamente los mismos vecinos.  

Leti visiblemente decepcionada por lo que le regalamos en su 16 cumpleaños.

Nosotras ya somos viejas, dice Elena riéndose. Gracia se ha quedado dormida, Marta puede tomarse el café más tranquila. En la mesa de al lado hay una chica que me recuerda a Elisa, una antiquísima amiga de la infancia. Estoy tan segura de que es ella que hasta me da miedo levantar la mirada. Me avergüenza lo que soy. En la pared de la cocina he apuntado: Green Tea After Lunch. Té verde después de cada comida, para matar a esas perras desde dentro. Pero como siempre, no he cumplido mi promesa porque a mí nunca me he hecho ningún caso. Tenía una incipiente muela del juicio en la parte inferior izquierda de la boca. Un piquito blanco de nada que asomaba tratando de llevarse bien conmigo. Cada cierto tiempo sin dar señales de vida, me dolía un poco. Nada comparable a las historias para no dormir que me han contado sobre las muelas del juicio. La semana pasada fui al dentista y me la saqué aunque aún no se vislumbraba de ella más que un mísero punto blanco. Al ver cómo pasaban el hilo, me acordé de una escena horrorosa de la peli no menos horrorosa de los zombis nazis o los nazis zombis. También me acordé un poco de Jeppers Creepers, o como se escriba, y me temblaron las piernas como a una gilipollas. Un amigo me envía una solicitud para que me una a un grupo del Facebook: NECESITAMOS 50.000 FIRMAS CONTRA EL ABORTO PARA LA ONU. Y pienso que no podría habérmelo enviado en un momento más oportuno


7 comentarios:

  1. Los anonimos cada vez se lo curran menos no Awy? Jajaja
    Marta y Gracia

    ResponderEliminar
  2. ay, pero cómo os quiero, pichurrinas!! :)

    ResponderEliminar
  3. Reconozco que te leo casi siempre en silencio, y que casi nunca te comento porque en este blog me cuesta hacerlo.

    Sólo decirte que después de leer posts como este estoy más convencido que eres una tía muy especial, me llegas al corazón. Me encanta tu debilidad, tus "locuras" y dulces "extravagancias" y esos "aspectos" de ti que atrapan sin remedio.

    Necesitaba escribirlo, lo siento.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. cómo que lo sientes? :) yo siento que no me comentes más a menudo!!
    muchas gracias por tus palabras, me has alegrado el día...
    un abrazo enorme

    ResponderEliminar
  5. Vaya, estaba revisando blogs y me he vuelto a topar con el tuyo. Después de muchísimo tiempo.

    ResponderEliminar

Entradas y Comentarios