miércoles, 30 de mayo de 2007

cuando las pvlabrvs se disfrazan de mendigos viene mi abuele vendiéndote higos

Cuando entraron las moscas por la ventana del salón me preguntaste si tenía insecticida.



Que graciosa imagen, pues por aquel entonces, cuando nuestro pequeño bebé de rasgos flamígeros cogió de la palangana un cuchillo de plata y lo clavó en el somier de la planta escarlata, me miraste sorprendido, mira lo que ha hecho tu hijo, y te diste media vuelta para seguir con tus movidas eroticofestivas sin motivos de desfase en un mundo donde el amor y la nicotina se conservan en los mismos tarros de cristal.



Me miró el mirlo, sentado en la repisa del ventanuco que da al patio de luces.




Me miró el duende que se esconde en tu oído izquierdo, el sol, tus lagrimas.




Me miró el niño, con una botella de countreu entre las piernas.







Me miró el c*** un extraterrestre




y ahora a todos mis niños








me los tiras por el retrete.

2 comentarios:

  1. ya os avisé... Necesito una ilustración para esta entrada. Si alguien se ofrece a dibujarme algo molón... Me dejo hacer.

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  2. Esto cada vez me parece más un manifiesto surrealista...¡Wow!

    Me recuerda a lo que escribía en sus tiempos jóvenes el padre de un amigo, un viejo poeta.

    "Tengo un lunar con astronautas...


    Una verruga"

    ¡Un abrazo!

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